Con los datos negativo aportados por el Indec que grafican una contracción del 12,4% en la actividad industrial y del 21,7 % en la construcción durante enero en el país, el presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción, Jorge Garber, analizó la crisis que atraviesa el sector y confirmó los pronósticos del presidente Javier Milei: "estamos en una estanflación".
El empresario, que se encuentra en Buenos Aires para interiorizarse por la demora de los fondos del programa Procrear, explicó que "desde que asumió este nuevo Gobierno la obra pública se ha paralizado y las inversiones privadas no abundan. Lo que podemos ver como ejemplo más concreto es que dos insumos, como el hierro y el cemento, tienen en sus dos principales referentes, como Acindar y Loma Negra, sumidos en una crisis que no viven desde 2002. Acindar no está produciendo hierro y Loma Negra está produciendo a un tercio de su capacidad".
Además de graficar que el Gobierno de Milei alcanzó el déficit 0 porque detuvo la obra pública, que representa un 4% del PBI, Garber fue categórico al afirmar que "estamos en una estanflación. Ya se están viendo los signos de una inflación que prosigue y un parate, en general, en toda la economía".
Luego el empresario explicó que "todo el sector de la construcción está en crisis. En la industria venimos en una constante decreciente desde hace seis años. Después de la pandemia hasta un año antes que termine el gobierno de Fernández, lo que mantenía la construcción era la obra pública".
En cuanto a las posibilidades de reactivar la construcción mediante las inversiones privadas, Garber planteó una cruda realidad: "Los desarrolladores de la construcción privada necesitan una inflación de un dígito y acceso a un crédito hipotecario. Hay un estancamiento general en el sector. Eso ha llevado a casi 250 mil obreros a estar parados en todo el país. Eso de manera directa".
Sobre las perspectivas de tocar pronto el fondo para volver a reactivar la economía, algo que también fue planificado y anunciado por el Gobierno, el empresario reflexionó que "el rebote debiera darse una vez que se abra la economía, cuando la inflación esté en un dígito, cuando salgamos de este cepo y cuando se empiece a pagar a los contratistas de obra pública que esperan los pagos desde octubre".
En ese aspecto, el Garber prefirió ser cauto y no avizoró un futuro alentador para el sector en los próximos meses: "Para llegar a esa V, va a haber muchas empresas que están en el fondo y no van a salir. Sí van a subir los últimos que caigan. Los que tengan más capacidad de aguantar el no cobrar y no recibir ingresos de la deuda de la Nación".